Esta entrada es muy especial: cuando Fran y yo estábamos conociéndonos, y hablábamos de nuestras familias y amigos, de nuestros recuerdos, de nuestros gustos, empezamos a hablar de libros. No se hizo esperar mucho, ya que los dos somos muy lectores. El caso es que él comentó que pensaba que el mejor nombre del mundo es Nabucodonosor... un nombre algo curioso que aparece exactamente en este libro. ¡Habíamos leído la misma extraña historia de niños!
Con un origen misterioso y protegidos por un ángel, los náufragos que ha dejado el navío El Holandés Errante - un joven y su perro - llegan al pueblo de Chapelvale. Allí tendrán que descubrir misterios y desentrañar acertijos para salvar a sus amigos y su nuevo hogar. Se trata de un relato sobre la lucha intelectual y personal por el Bien, sobre la huella que dejamos en el mundo.
Y yo ahora guardo con todo el cariño este libro para grandes y pequeños; el día de mañana otro lo podrá disfrutar como lo hicimos nosotros.
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