Animo a todos los amantes del misterio del Titanic que estén en Madrid a que se acerquen a ver esta exposición itinerante en el Centro Cultural Fernán Gómez.
Mis razones:
1. Un plan diferente.
En Madrid hay siempre millones de cosas que hacer, pero luego resulta que vives allí y nunca se te ocurre qué hacer fuera de lo normal. Por eso esta exposición, que para aquellos que tengan alergia al Arte clásico es fenomenal, tiene lo que buscamos. En el centro de Madrid, después de los recomendados 90 minutos te tomas una Coca-Cola, y la tarde completa.
2. La calidad y rigor histórico.
Defecto de formación sin duda: si una exposición no está cuidada en este tipo de detalles, en seguida se aprecia. En este caso, cada fotografía, cada documento, cada objeto, cada recreación, está cuidada al máximo detalle. Y tienes mucha información a tu mano sin resultar pedante ni cansado.
3. El Titanic más allá de la película.
Muchos nos quedamos en el Titanic de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, y el Titanic fue mucho más que esa historia de amor. Superó todas las medidas que se conocían, y abrió nuevos horizontes técnicos y de transporte. Y todo se encuentra en esta exposición.
4. Objetos reales y reproducciones.
No imagináis la calidad de las reproducciones de los camarotes de primera, de segunda y tercera, los pasillos, la sala del telegrafo, las escaleras de los salones, las escotillas, el acceso al barco... Para aquellos románticos como yo que imaginan cómo sería un transatlántico de la época, con todo su glamour, pueden visitarlo ya.
5. Muy completo
Lo tiene todo, desde fotos hasta el menú de la última cena que se sirvió, las reproducciones de las que os hablaba en el punto anterior, muchos videos, maquetas del estado actual del barco en las profundidades... ¡No le falta detalle! Además está organizado con sentido para que la visita sea lo más coherente y progresiva posible.
Si váis, ¡ya nos contaréis qué os parece! ¡Sed felices!
Os dejamos el link de la Expo por si necesitáis más información.
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