Esta es la historia de dos mujeres
completamente diferentes, y con una pasión en común: la cocina.

La interpretación de los actores es
maravillosa. A parte de la brillante Meryl Streep, que sigue siendo tan
polivalente y elegante como siempre, la jovencita Amy Adams se está labrando duramente su carrera profesional. No dejo de nombrar a Stanley Tucci
(como Paul Child, el marido de Julia) que además de encantador en un papel
secundario, encarna en cierto sentido muchas de las virtudes que toda mujer
querría tener a su lado. También son geniales las ambientaciones, los
escenarios, la fotografía. Y el guión no deja nada que desear, ágil y
divertido.
La próxima vez que quieras ver una
película, y no sepas cual, aquí tienes una buena recomendación. Un consejo, por
experiencia propia: ¡mejor no hacerlo en ayunas! ¡Sed felices!
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