Desde el verano no "tragaba" las páginas de un libro como las de El
despertar de la señorita Prim. Después de una tertulia con su encantadora
autora, Natalia Sanmartín Fenollera, no podía retrasar el momento que tanta
gente a mi alrededor estaba aconsejando.
Como no es ningún secreto, os contaré cómo comienza la historia y pique un
poco la curiosidad: Prudencia Prim tiene todo muy claro en la vida. Ha
estudiado mucho, y sabe cuándo algo está bien y cuándo está mal. La delicadeza
y la sensibilidad son sus banderas, las cuales enarbola con orgullo. Pero intuye que hay
un vacío en su vida, algo no encaja. Y justo en ese momento encuentra un
misterioso anuncio de trabajo, para ordenar la biblioteca de un caballero, en
el que se pide una persona sin títulos y a la que le gusten los niños. Cuando acude a la entrevista, se encuentra con "el hombre del sillón".
Se trata de una historia muy especial, única diría, con pinceladas de
diversos temas complementarios que, como todo buen libro, nos deben hacer
pensar y reflexionar. Como la universidad, como la familia, como la lectura...
no se debe "pasar por ella", sino dejar que "ellas pasen
por nosotros". Delicado, pero con la verdadera delicadeza. Esa que no peca de encantadora y perfecta. La delicadeza de la cosas pequeñas. Cualquier comentario que haga se quedará corto. Mi consejo es que os arriesguéis, porque vais a ganar de cualquier modo. Y después nos tomamos un café discutiendo sobre ello, en una pequeña cafetería de la ciudad, aislada del ruido de los coches y con los terrones de azúcar adecuados.
Por cierto, ya están organizando la versión cinematográfica.¡Sed felices!
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