Durante unos meses voy a estar viviendo en la "capi", lo cual, para una "chica de provincias" como yo, es un gran paso. Ya el primer día por mi cuenta en la gran ciudad me fui a disfrutar del ajetreo de Sol y la Plaza Mayor. Sí, he dicho disfrutar. Anoche estuve en la Cripta de Nuestra Señora de la Almudena. Ya casi no me mareo en el metro, y acierto a la primera con la salida.
Madrid vivido es muy diferente a Madrid visitado. El otro día pasé, sin darme cuenta, por la Plaza de Canalejas, un gran descubrimiento. Y los anocheceres llenan de una luz dorada las elegantes calles de la ciudad.
Al final de una intensa jornada, esperando en la parada del bus, pasó el coche del Rey por delante. Las calles están mezcladas de distintos colores, culturas, filosofías. Y aunque te miran, a nadie le sorprende que vayas bien arreglada, o con vaqueros.
Retiro, Prado, Sol, Bernabéu, Chamartín, Alcalá. Museos, calles, parques, monumentos e Historia. Es una mezcla de todo, en todas las posibilidades. Los sentidos están muy ocupados.
Sin duda alguna, echo de menos el mar. Pero Madrid va a enseñarme mucho. ¡Sed felices!
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