En ocasiones, los prejuicios transforman nuestras maneras de mirar las cosas. Es inevitable que me haya pasado lo mismo con "Emma", después de haber leído "Orgullo y Prejuicio", y haber visto la versión de 2005. Finalmente el veredicto es positivo, "Emma" me ha gustado.
Estas novelas románticas, tienen un ritmo pausado, descriptivo, detallista en el que es importante que todos los eslabones estén bien encadenados. Las pequeñas señales no pasan desapercibidas, cada personaje tiene claramente definida su misión en la historia. Una de las cosas más agradables son sus paisajes, sus ambientes. Sin necesidad de entrar en puntillosas descripciones, las palabras crean entornos cálidos y agradables para la imaginación.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, los personajes no resultan arquetipos ni predecibles. Mediante una profundización en los pensamientos de algunos de ellos, se puede comprender la habilidad de la autora para crear sensibilidades y caracteres totalmente diferentes. Eso si, es un texto largo: hay que tomarlo con paciencia y deleite, no buscando conocer el final. Ahora tendré que ver la película de Gwyneth Paltro
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