El Camino de las estrellas

Ahora que se aproxima el comienzo del curso, me he decidido: el verano que viene hago el Camino de Santiago, pase lo que pase. Y resulta sorprendente que me haya costado tanto animarme cuando tengo un tío que lo ha hecho muchas (y muchas es muchas) veces. Tantas veces, que la última vez pidió que firmaran la compostelana en favor de mi madre, su hermana, y no para él. Y tengo unos cuantos amigos que también lo han experimentado. 
Esta foto es de mi amigo Jorge T., gran caminante
Gente de cualquier tipo viene de todas las partes del mundo para recorrer unos kilómetros a pie, en caballo o en bici; y todos tienen la misma meta: llegar a Santiago de Compostela, mágica ciudad gallega. El espíritu que lleva ahora a los caminantes puede ser variado, pero no parece defraudar a nadie. Heridas en los pies, cansancio en los músculos, humedad en los huesos... Todo eso parece que se les olvida cuando regresan a casa y te cuentan todas sus aventuras, sus descubrimientos, las amistades que se han hecho...
Este blog trata sobre las cosas que encontramos en la vida y que hacen que merezca la pena. Hay tan poco tiempo que no puede ser malgastado. El próximo verano yo haré el Camino de Santiago. No sé qué me esperará a mi allí. Pero la decisión está tomada. El año que viene seré caminante. Y cuando vuelva yo también compartiré con vosotros mis pequeñas aventuras. ¡Buen camino!

Comentarios