Ya ha llegado el invierno... al menos a dónde vivo yo.
Y mirando con una amiga al cielo gris lluvioso pensaba: "Esta belleza no se puede conseguir con una cámara de fotos. Y aunque se pudiera, faltaría el frío, la sensación de humedad, el olor de la hierba mojada... Qué maravilla estar vivos." Aún y todo, nos quedan hermosas imágenes de esos días.
Esta es una foto que saqué desde mi habitación tras una tormenta de verano el pasado junio. Espero que os guste.
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